viernes, 2 de noviembre de 2012

Sin ti no podré vivir jamás.


Camino por la vida
y sin importar en qué parte
del mundo me encuentre
tu recuerdo me persigue
en cada objeto, persona
o paisaje que miro.

 
Camino…soy un muerto
vestida con los harapos
de tu recuerdo.
Por eso los vaqueros
me prestaron su sombrero:
-Se ve triste
-Estoy cansada.
Dije y obedecí, cubriendo mi cabeza
con la luz de una ajena alegría.

Camino…y a cada paso
se desvanecen los  motivos
para seguir caminando
por estas calles.

¿Cómo puedes vivirme un día
y al siguiente matarme?
No, no se siembra el amor
por el placer de verlo marchitarse.

 
En mi turbia ilusión creo
que me llamas con todos los sonidos
de la música cotidiana.
Mas tu silencio real vence
y somete mis pocas ansias.

 
Camino…soy un zombie
rastreando esperanzas.
Solo una amiga de tantas
a quien tatuaste tu número
desde la piel hasta el alma.

 

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