domingo, 11 de noviembre de 2012

Porque haces mal en valorar en poco...


Dicen que algunos

viven de esconderse

y otros de mostrarse.

Yo solo puedo hablar

de lo que siento.

Para algunos, lo sé bien

es arriesgado sincerarse:

no me pesa quererte como te quiero

me duele que no permitas amarte.

Este amor tuyo se me ha hinchado

en el cuerpo y sin ti

no puedo sanarme.

Para ti las caricias, los besos

los abrazos desmedidos

los gemidos complacidos

que hoy  poco te han parecido

y no quieres aceptarme.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Ya no malgasto tiempo invocando al olvido


Alguna vez concerté
una cita con el olvido
y me cansé de esperarlo,
también me dejó plantada.
Tal vez se asustó,
para variar.

 
Desde entonces
no lo busco, no le ruego
ni me hago ilusiones:
afronto y recibo
este amor nuestro
bendecido por los dioses.

 
Al despertar, como oración
digo tres veces tu nombre
y por las noches te sueño
meciéndote complacido
entre mis muslos.

 
No, no…
Yo no lucho
contra este amor
aunque me hieran
tus arrebatos.
Castigada por tu silencio
apenas y me distancio.
Te llevo tan dentro mío:
médula, dorsal espina,
célula en mi organismo,
que si te olvido me mato.

 

Del canto de la lechuza.

No importa a dónde viaje
ni importa dónde esté,
tú vendrás conmigo
y no es una imposición
son asuntos del destino:
la lechuza ayer cantó
oculta entre las palmeras,
sus canciones de gemidos
y mi cuerpo estremeció
con cada sonido.
Después de unos minutos
el ave guardó silencio
opacada por mis latidos.

 

 

 

viernes, 2 de noviembre de 2012

Sin ti no podré vivir jamás.


Camino por la vida
y sin importar en qué parte
del mundo me encuentre
tu recuerdo me persigue
en cada objeto, persona
o paisaje que miro.

 
Camino…soy un muerto
vestida con los harapos
de tu recuerdo.
Por eso los vaqueros
me prestaron su sombrero:
-Se ve triste
-Estoy cansada.
Dije y obedecí, cubriendo mi cabeza
con la luz de una ajena alegría.

Camino…y a cada paso
se desvanecen los  motivos
para seguir caminando
por estas calles.

¿Cómo puedes vivirme un día
y al siguiente matarme?
No, no se siembra el amor
por el placer de verlo marchitarse.

 
En mi turbia ilusión creo
que me llamas con todos los sonidos
de la música cotidiana.
Mas tu silencio real vence
y somete mis pocas ansias.

 
Camino…soy un zombie
rastreando esperanzas.
Solo una amiga de tantas
a quien tatuaste tu número
desde la piel hasta el alma.