viernes, 27 de enero de 2012

Luna de enero

Corren
los últimos vientos
del mes de enero.
Y la luna se extraña
de su falta de fragilidad,
de los intensos dolores
que la soledad,
como cruel espina
suele provocarle
durante estas fechas.

Contempla:
su corteza fortalecida
la armonía de sus cráteres.
Por primera vez
la luna de enero
no se invade de angustia
extraviada
buscando entre la nada.

Recuerda vágamente
palabras, caricias,
arrullos...
Recuerda que una noche
desesperada
tomó forma de tilcuate
y engulló por completo
el recuerdo del amante.

La luna apacible
avanza despacio
despreocupada.

Satisfecha
se mira al espejo
y en su reflejo
mira al amado
al amado tierno
y enamorado