lunes, 19 de septiembre de 2011

5a Luna de septiembre

La mitad de si misma
esta madrugada
muestra la luna
Y no por mezquindad
todo lo contrario:
lentamente
se cubre de oscuridad
para deslumbrarnos
en el mes de octubre.

Lentamente
parece ir desapareciendo
en el estrellado firmamento.
¡Mentira!
Si acaso muere
para seguir viviendo.

Lentamente
la amorosa luna
deja de lado
sus compromisos
y se convierte en hamaca
para arrullar a su amado
el del corazón de niño.

Canción de las simples cosas.

Letra de César Isella, música de Tejada Gómez.
en la voz de Mercedes Sosa.

Uno se despide
insensiblemente
de pequeñas cosas.

Lo mismo que un árbol
que en tiempo de otoño
se queda sin hojas.

Al fin la tristeza
es la muerte lenta
de las simples cosas.

Esas cosas simples
que quedan doliendo
en el corazón.

Uno vuelve siempre
a los viejos sitios
donde amó la vida.

Y entonces comprende
cómo están de ausentes
las cosas queridas.

Por eso muchacho
no partas ahora
soñando el regreso.

Que el amor es simple
y a las cosas simples
las devora el tiempo.

Demórate aquí
en la luz mayor
de este medio día.

Donde encontrarás
con el pan al sol
la mesa tendida.

Por eso muchacho
no partas ahora
soñando el regreso.

Que el amor es simple
y a las cosas simples
las devora el tiempo.

Uno vuelve siempre
a los viejos sitios
donde amó la vida.

domingo, 18 de septiembre de 2011

4a Luna de septiembre

Roja es la casa de la luna
del color de la pasión
es el círculo de septiembre,
desde donde renace
para lucir espléndida
en el mes de octubre.
¡La fantástica
luna de octubre!

Perros, coyotes y lobos
la buscan con sus aullidos
enloquecen al mirarla,
mientras ella prudente
en casa roja se guarda.
Ingenua espera con fe
el regreso del amante
de ese amante cruel
que ni siquiera le habla.

A mitad de septiembre
en plena renovación
la luna se desmorona
y consume en sus esperanzas,
adelgaza de ansiedad;
buscando un poco de paz
acelera su marcha.

Pero el pasado no se va
tampoco llega el olvido.
La luna busca en sus cráteres
percibe allí a su amado
a su amado fugitivo
y arrulla ese recuerdo
que tiene como marido.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

3a Luna de septiembre

De madrugada
entre las nubes
que envidiosas
pretenden opacarla,
la luna emerge
húmeda, nueva
y transparente.

Embriagada
de arrechura
se dispone
a mecerse
con su amante
y lo busca
ansiosamente
entre sus cráteres.

La luna se duele
al encontrar
su desaire:
el amante salió
sin dejar
ningún mensaje.

Esta tarde lloró
por no mirar
sus señales
y su recuerdo
empapó
con todas
sus humedades.

domingo, 11 de septiembre de 2011

2a Luna de septiembre

Cada noche
la eterna luna
alumbra
y cumple con su destino
aunque su trabajo
sea menospreciado
o pase
para los ojos humanos
desapercibido.

A veces, la luna
reniega de su oficio
anhelando ser mortal
para sentir la humedad
para sentir el calor
de ese amante bandido.

La luna no tiene nada
no tiene derecho a nada
mas que a un recuerdo bendito.

Sabedora de su suerte
implora al universo
pidiendo que esto se acabe
pidieno que le den muerte.

La luna sigue girando
alumbrando como siempre
el camino de su amado
aunque éste la ignore
aunque éste la condene.

La luna tiene un amor
que alberga
entre sus cráteres
y cada mes lo arrulla
arrulla su recuerdo
se mece con su amante.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Luna de septiembre

Una noche muy oscura
el universo parió a la luna.
Desde entonces
sola, en silencio, gira
alrededor de la tierra
¡iluminando!
con su generosa alma
el camino de los hombres.

La luna hembra
agua, madre.
La luna permanente
y responsable.
A ratos
adolece de soledad
entonces
cambia de imagen.

La luna tiene un amor
que alberga
entre sus cráteres
y cada mes lo arrulla
arrulla su recuerdo
se mece con su amante.

Se sabe siempre la misma
a pesar de sus fases
ellas son solo un respiro
para mantenerse
en el infinito viaje.

jueves, 1 de septiembre de 2011

I´m into you

Tu estrella me tiene hechizada
J.Lo. y Lil Wayne

Podríamos morir
cada uno
dentro del otro,
solo es cuestión
de dar un tirón
a las frágiles hebras
que los dioses
del tiempo
todavía sostienen
con esperanza.

Podríamos vivir
por siglos
cada uno
dentro del otro,
si el ego
perdiera fuerza
entre nosotros
para dejar de ser
ciegos y sordos.

Podríamos ¡vivir!
o matarnos.
Desperdiciar minutos,
días, años;
maldiciendo
este regalo del universo.
Blasfemando,
renegando
lo "complicado"
que resulta aceptarlo.

¡Podríamos!
si confiáramos
en un nosotros.
Si estuviéramos
dispuestos
a ofrecer
el corazón
a los dioses,
dándonos paz
con nuestros cuerpos
armonizando
las almas
y el universo.